Imagino que si estás leyendo este post es porque sabes lo que es un Quiet Book, un libro de tela, normalmente de fieltro, hecho de manera artesanal, que plantea distintas actividades a los más pequeños, que son capaces de estar entretenidos con él durante horas.

Se trata de un juguete diferente, personalizado, exclusivo, único. Creado expresamente pensando en los gustos, personalidad y edad del niño o niña a quien va destinado, totalmente adaptable a las distintas etapas evolutivas desde los 12 meses hasta aproximadamente los 10 años de edad.

Ya os he contado en otros posts cómo surgió la idea y cómo hice mis dos primeros Quiet Books. Y del valor de lo hecho a mano.

Sin embargo, lo que hoy nos ocupa es otro tema… ¿Qué nos aporta realmente este tipo de libros? En mi opinión, un Quiet Book beneficia a toda la familia… Vamos a analizarlo:

Evidentemente, a los niños y niñas, para quienes son diseñados. Son juguetes que les hacen pensar, relacionar, asociar, distribuir, ordenar, recoger, … Los mantienen entretenidos por largos ratos, y es un entretenimiento activo, en el que en todo momento están pensando y se están enfrentando a situaciones que les ponen a prueba, que suponen retos para ellos.

Se trabajan infinidad de conceptos matemáticos, el desarrollo y afianzamiento del lenguaje, la motricidad fina… A los adultos nos puede parecer una tontería, sin embargo, para los más peques es difícil abrochar un snap (broche de plástico), abrir o cerrar una cremallera, colocar una pinza de la ropa, pegar o despegar una figura con velcro… son pequeños obstáculos que cuando realmente alcanzan a hacerlo, sienten una satisfacción enorme.

Los colores, formas y diferentes texturas que se utilizan son muy estimulantes para ellos y les abre su mente, les incita a comprender y asimilar conceptos más abstractos y todo ello de manera manipulativa, aprendiendo sin darse cuenta, a través del juego.

 

Para quienes lo realizan… qué decir aquí, yo, que me paso las horas entre costuras, patrones, agujas, hilos, telas… que ya he perdido la cuenta de los que he confeccionado y aún no me he cansado de crearlos…

Los quiet books abren tu mente, te incitan a crear constantemente, a ver oportunidades para actividades en cualquier detalle u objeto que encuentras por casa. Que te anima a reciclar hasta las cosas más extrañas,…

Te ayudan a superarte a ti misma y te hacen sentir una gran satisfacción cuando por fin lo acabas y lo entregas, y les ves esas caritas al jugar. Desarrollan la creatividad, la habilidad, la coordinación óculo manual, mejoran la autoestima, relajan,…

Y podría seguir enumerando. Para mí es incalculable el valor de crear por ti misma, de hacer las cosas a mano, y me hacen disfrutar desde que lo estoy ideando en mi cabeza pensando en los gustos y edad de su destinatario hasta que lo envuelvo para su entrega. Un trabajo manual muy muy completo y muy recomendable de realizar.

Para los abuelos y abuelas, tienen beneficios muy similares a los que aportan a los bebés. Les supone una importante estimulación sensorial, trabajan la coordinación óculo manual, la memoria, la motricidad, realizando movimientos voluntarios de manos y dedos muy precisos que requieren una mayor coordinación (como abrochar o desabrochar, abotonar, hacer la pinza con los dedos, etc.).

Y si además les ofrece un ratito de diversión con sus nietos y nietas, seguro que no hay nada más saludable para su mente y su corazón.

Y para el resto de la familia, desde compartir sus juegos con los peques hasta poder disfrutar de un periodo de tranquilidad mientras ellos están entretenidos con su libro.

¡Espero que te haya resultado interesante!

¿Quieres aprender a hacer un Quiet Book tú mism@? En octubre organizaremos un taller presencial de Creación de Quiet Books a través de ReAmare, Asociación de Lactancia y Crianza del Aljarafe.

Puedes conocer más sobre mi trabajo en mi página de Facebook “Quiet Books para crecer”.

MARTA NOGALES