Desde que colaboro en algunos grupos de lactancia en las redes sociales, me he topado en varias ocasiones con madres que preguntan angustiadas qué hacer si en la escuela infantil en la que matricularon a su bebé se niegan a darle la leche que ella se extrae.

Este post va dirigido a ellas, a vosotras.

Si bien es verdad que en los años que yo llevo ejerciendo- que no son pocos- sólo me he cruzado con una madre que lactaba directamente a su hija en la escuela y mandaba su leche extraída. Pienso que este es uno de los motivos principales que nos hacen sentirnos inseguras a la hora de aceptar leche materna en cualquiera de sus envases: la poca práctica que tenemos.

Porque si nos ponemos a analizar: ¿Acaso no es mucho más perjudicial para la salud un biberón mal preparado? (porque de lo del agua calentada hasta los 70º me he enterado no hace mucho) ¿Quizás las dosificaciones de los polvos de leche artificial que nos mandan (y el agua) para los biberones de la mañana vienen de manera diferente de la que mandan la leche extraída? Ambas lo hacen sin etiquetado al que podamos remitirnos por cuestiones de seguridad alimentaria.

No hay razón alguna que justifique el que una Escuela Infantil se niegue a facilitar la lactancia materna:

La OMS lo dice claro: ”La lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables.”

Hay varias comunidades que han elaborado directrices y folletos con sugerencias sobre el modo de acoger y facilitar la lactancia materna en estos ámbitos.

Como aquí, en Andalucía, no existen dichas pautas, hemos de guiarnos por el Protocolo para la alimentación con leche materna en las Escuelas Infantiles redactado por la Asociación Española de Pediatría y su Comité de Lactancia Materna en 2012.

http://www.aeped.es/comite-lactancia-materna/documentos/protocolo-alimentacion-con-leche-materna-en-las-escuelas-infanti

En él se hace referencia a dos opciones:

  1. Madre que acude al centro a lactar. Esta sería la opción idónea, la más higiénica- en la que hay menor manipulación de la leche-.

Me encanta que esta lactancia se lleve a cabo en el aula, por la normalización necesaria y por la naturalidad del acto.

  1. Cuando la madre no se puede desplazar: administración de la leche materna extraída.

Dan una serie de recomendaciones para preservar en perfectas condiciones la leche materna y también para asegurar que cada bebé sólo es alimentado con la leche de su propia madre.

(Sólo cambiaría que la leche venga en estado líquido por economizar tiempo y conciliación con la atención del resto del grupo).

También en las Escuelas parece que el biberón es la opción número uno para administrar la leche de la madre (y se ha aceptado de manera indiscutible cuando no ha de ser así).

Hay muchos métodos, muchas opciones que sí es cierto que suelen ser menos rápidas y no estamos sobradas de tiempo. Pero también es verdad que es nuestra obligación y responsabilidad la de dar a cada niño lo que necesita (y eso también incluye el cómo).

El Decreto que rige el primer ciclo de la Educación Infantil en Andalucía es el 149/2009 y cita la conciliación laboral y familiar, compensación de desigualdades, atención de las necesidades primarias… Es decir, creo que se está descentrando la idea principal de esta etapa. Estamos nosotras al servicio de la demanda (bien entendida, claro) de los niños y también de sus familias.

Dejemos de lado (hasta donde nuestra profesionalidad nos permita) la burocracia y los deberes que nos impone la legislación.

Centrémonos en el niño, en escucharlo y en acompañarlo.

Volvamos a ser más humanos.